LUCÍA Y EL SAXO - Capítulo 9

La Orquesta del Conservatorio tenía un concierto muy importante en Caravaca de la Cruz. Pero al llegar a aquella ciudad una banda de ladrones le robaron la flauta a Ana Gema: “Yo creo que deberíamos llamar a la Poli” / “Pero Lucía, ¿Qué tiene que ver la madre de Pedro el Chirreta en todo esto?” / “¡Encarni, despistada, que yo me refería a la Policía...!” / Afortunadamente la Policía no tardó demasiado tiempo en encontrar a los ladrones, los cuales fueron puestos enseguida a disposición judicial. Pero cuando los llevaban presos a la cárcel se encontraron casualmente con Don Quijote y Sancho: “¡Caray, esto me recuerda al Capítulo XXII de la Primera Parte del Quijote...! Señor Don Quijote, ¿No se le ocurrirá liberar en esta ocasión a los detenidos, verdad?”. / “Querida Lucinea, digo Lucía, no te preocupes que esta vez todo sucederá distinto. No vaya a ser que cuando les deje libres empiecen a darme una paliza tan grande como la que me dieron hace 400 años, y salga tan mal parado por aquellos mismos a quien tanto bien quería hacer. Porque bien sé que no hay hechizos en el mundo que puedan mover y forzar la voluntad, como algunos simples piensan, que es libre nuestro albedrío y no hay yerba ni encanto que le fuerce. Pero de gente bien nacida es agradecer los beneficios que reciben, y uno de los pecados que más a Dios ofende es la ingratitud... ¿Pero podéis decirme al menos por qué van detenidos?”. / “Pues porque le robaron la flauta a Ana Gema.” / “¿Una flauta?” / “Sí. Es un instrumento de viento” / “¿Y eso es algún tipo de molino?” / “No... Es un instrumento musical. Pero decidnos, ¿A qué se debe vuestra visita a la ciudad de Caravaca?” / “Pues venía precisamente a participar con mi caballo Rocinante en unas carreras que dicen que son muy famosas en todo el mundo y que se llaman los Caballos del Vino. Sancho no viene precisamente por los caballos, sino por el vino, que dicen por cierto que por estas tierras son muy buenos y de una excelente calidad. Yo en cambio, quiero empezar nuevamente mis aventuras ganando en aquella cuesta famosa la más grande carrera que jamás se haya visto en Caravaca ni en ningún otro lugar del mundo, luego lucharé contra los moros para librarme de un encantamiento, escucharé a Sonia como toca el Concierto de Aranjuez, que me han dicho que lo toca muy bien, y posteriormente libraré una gran batalla ante unos descomunales monstruos que habitan por estas tierras y que pronto verán la fuerza de mis valerosos brazos”.